La Ermita de San Gregorio de Ontiñena fue durante el medievo albergue de peregrinos de las rutas que llevaban hacia el monasterio de Sijena. Se encuentra en la sierra del mismo nombre, a unos 16 kilómetros del núcleo urbano. Es un conjunto de edificios compuesto por una Casa adosada a la Ermita, una capilla y un almacén.
Los vecinos de Ontiñena han construido un pequeño parque infantil y un picnic cubierto con mesas y bancos, además de una fuente con agua.
